domingo, 15 de enero de 2017

"Euros con sabor español" Cartera 2016, Principado de Asturias


El Principado de Asturias (en asturiano, Principáu d'Asturies; en eonaviego, Principao d'Asturias) es una comunidad autónoma uniprovincial de España. Situada en el norte de España ocupa un área total de 10.603,57 km², en el que habitan 1.044.481 personas (INE, 2015). Fronteriza al oeste con la provincia de Lugo (Galicia), al norte con el mar Cantábrico, al este con Cantabria y al sur con la provincia de León (Castilla y León). Recibe el nombre de Principado por razones históricas, al ostentar el heredero de la Corona de España el título nobiliario de «príncipe de Asturias», establecido por Juan I de Castilla en el año 1388. Su capital es la ciudad de Oviedo, mientras que Gijón es su ciudad más poblada. El actual espacio territorial asturiano coincide básicamente con el antiguo territorio de las Asturias de Oviedo, contiguas a las Asturias de Santillana. Con la división territorial de Javier de Burgos en 1833, la región de las Asturias de Oviedo se convirtió en la provincia de Oviedo, recibiendo una porción del territorio de las Asturias de Santillana —los concejos de Peñamellera Alta, Peñamellera Baja y Ribadedeva—, mientras el resto de las mismas se integró en la provincia de Santander, posterior comunidad autónoma de Cantabria.

El territorio que ocupa la comunidad autónoma del Principado de Asturias coincide en buena parte con el otorgado a los astures, en la división administrativa efectuada por Vespasiano en el año 69, una vez estabilizada la situación que siguió a la conquista romana. Esta división administrativa situaba la frontera de los astures trasmontanos entre los ríos Sella y Navia, en lo que pasaba a denominarse Conventus Asturum, y al mismo tiempo reconocía una especificad cultural. Es la comunidad autónoma más montañosa de España, y una de las regiones más montañosas de Europa con el 35% del terreno con desniveles superiores al 50% y el 65% con desniveles mayores del 30% Se encuentra en la denominada España Verde. En el mapa cartográfico editado en 1700 por Charles Hubert (primer geógrafo del rey de España) empieza a nombrarse como Principado de Asturias, estando dividido aún en la de Oviedo y la de Santillana. En el año 1778 las Asturias de Santillana se integran definitivamente en la Provincia de los Nueve Valles de Cantabria. El contorno actual se establece en la división territorial de 1833, que divide España en provincias a imitación de la francesa. Comprende los territorios de la comarca histórica de las Asturias de Oviedo, añadiendo los concejos de Ribadedeva, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja que pertenecían a las Asturias de Santillana, ahora en la Provincia de Cantabria.

Tras varios siglos sin presencia extranjera, tras una pobre romanización, los visigodos intentaron ejercer control sobre el territorio durante el siglo VI sin resultado, que terminó a principios del siglo VIII con la invasión musulmana. El territorio, como había sucedido con Roma y Toledo, no fue fácil de someter, estableciéndose en 722 una independencia de facto como Reino de Asturias tras la victoria de Pelayo en la batalla de Covadonga. A partir de entonces el pequeño reducto de nobles godos y astures comenzó a recuperar el territorio perdido ante la invasión musulmana del año 711, incorporó bajo su órbita el territorio que había pasado a ser tierra de nadie desde el río Eo hasta el Duero y creó durante este período un arte propio, el arte prerrománico asturiano que se extendió por sus dominios, hasta el sur de la actual Galicia. En el siglo X el centro de poder se trasladó desde Oviedo a León dando lugar al Reino de León. A partir de entonces el aislamiento propiciado por la Cordillera Cantábrica, el traslado de los centros de decisión del Reino y el movimiento de la frontera con los reinos de taifas de al-Ándalus hace que las referencias históricas sean escasas. Tras la rebelión del hijo de Enrique II de Trastámara, se establece el Principado de Asturias. Si hubo varios intentos de independencia, los más conocidos fueron el conde Gonzalo Peláez o la reina Urraca que aun consiguiendo importantes victorias al final fueron derrotados por las tropas de Castilla. El 25 de agosto de 1937 se proclamó en Gijón el Consejo Soberano de Asturias y León presidido por el dirigente sindical y socialista Belarmino Tomás, terminando el conflicto el 20 de octubre de 1937 con la victoria de las tropas nacionales en el frente norte. Tras veinte años de estancamiento económico, se produjo la definitiva industrialización de Asturias en las décadas de los años 60 y 70. Fuertemente afectado por la reconversión industrial de la década de 1990, el Principado intentó potenciar sus abundantes recursos paisajísticos y naturales con vistas al sector turístico, política que continúa hasta el día de hoy.

El escudo del Principado de Asturias es rectangular, cuadrilongo y con los extremos del lado inferior redondeados y una punta o ángulo saliente en el centro de dicho lado, con la proporción de seis de alto por cinco de ancho y trae sobre campo de azur o azul la Cruz de la Victoria, de oro, guarnecida de piedras preciosas de su natural color, y las letras alpha mayúscula y omega minúscula, también de oro, pendientes de sus brazos diestro y siniestro, respectivamente; y en sendas líneas, con letras de oro, la leyenda «HOC SIGNO TVETVR PIVS - HOC SIGNO VINCITVR INIMICVS» (Con este emblema se defiende al piadoso - Con este emblema se vence al enemigo) la primera al flanco diestro y la segunda al flanco siniestro. Al timbre, corona real, cerrada, que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas compuesto de ocho florones de hojas de acanto, visibles cinco, interpoladas de perlas, y de cuyas hojas salen sendas diademas sumadas de perlas que convergen en un mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador de oro, sumado de cruz de oro. La corona forrada, de gules o rojo. El escudo del Principado de Asturias fue adoptado el 27 de abril de 1984, basado en el que la Diputación Provincial de Oviedo adoptó en el año 1857. En 1985 se creó una versión simplificada del escudo, acorde con el estilo gráfico de los logotipos corporativos, para uso exclusivo de la Administración del Principado.
Si hay una combinación perfecta de cultura, naturaleza y gastronomía esa es Asturias. Lo primero que te llamará la atención cuando viajes a esta región de la España Verde son sus paisajes, algunos tan espectaculares como los del Parque Nacional de los Picos de Europa y uno de sus lugares más míticos: los Lagos de Covadonga. Además de la montaña, sus hermosas playas en localidades turísticas como Llanes, Ribadesella, Gijón o Cudillero. Entornos ideales para asomarse a los múltiples miradores o practicar deportes como el surf. Hablar de gastronomía en Asturias es hablar del culto a la buena comida. El queso de Cabrales, la fabada asturiana, la bebida llamada sidra (elaborada con manzana)… En el aspecto cultural, se ha de destacar los Monumentos de Oviedo y el Reino de Asturias, la Iglesia de Santa María del Naranco, la de San Miguel de Lillo o la Iglesia de San Juan de Padros declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y los yacimientos, cuevas y museos de arte rupestre de la zona, con pinturas y grabados espectaculares y algunos con origen en el 25.000 a.C.
La gastronomía de Asturias es el conjunto de tradiciones culinarias, ingredientes y recetas propio del Principado de Asturias. Si bien es cierto que la cocina asturiana ha sabido transmitirse generación tras generación, también lo es que carece de tradición escrita hasta época muy reciente, ya que no existen apenas escritos que muestren qué comían los asturianos, y los pocos relatos que se conservan se encuentran en textos de naturaleza muy distinta a la gastronómica. Hay que tener presente que Asturias tiene dos características que quedan reflejadas en sus costumbres culinarias: por un lado posee costas en el mar Cantábrico, lo que le proporciona abundantes elementos marinos (pescados y mariscos), y por otro cuenta con la cordillera Cantábrica, con profundos valles en los que cría el ganado en semi-libertad, dando lugar a carne y leche de características autóctonas, como la vaca casina. Entre las especialidades relacionadas con la harina de maíz encontramos la borona (boroña, hogaza redonda de pan duro hecho a base de harina de maíz), las fariñes, farrapes o papas (gachas), la rapa (especie de borona en cuya masa se meten trozos de tocino), el neno, la pegarata (especie de empanada rellena de chorizo, jamón y huevo cocido), los tortos (pequeñas tortas de maíz doradas en sartén), los formigos, el muy tradicional pan de escanda (cereal endémico de Asturias, de grano duro y prieto), los famosos bollos preñaos (bollos con un chorizo en su interior) y otros muchos. El queso es uno de los ingredientes más tradicionales de cocina asturiana. Se pueden encontrar de leche de vaca, de oveja, de cabra o incluso mezclas en diferentes proporciones de quesos de dos variedades de leches y de tres. Existen denominaciones de quesos artesanos en Asturias, de los cuales tres (Cabrales, Gamonedo y Afuega'l Pitu) tienen denominación de origen europea. Los quesos asturianos están empezando desde los años 70 a alcanzar prestigio y fama internacionales, aunque su calidad fue siempre excelente. Son ejemplos el Cabrales, el Gamonedo, el de La Peral, el de Los Beyos, el de Oscos, el de Afuega'l Pitu, etcétera.

Asturias produce vino y de calidad. El viñedo asturiano - de alta montaña - acogido a la denominación Vino de Calidad de Cangas, se localiza en el suroeste de Asturias y, comprende los concejos de Cangas del Narcea, Allande, Grandas de Salime, Illano, Pesoz, Ibias y Tineo. La tradición enológica y vitivinícola de la comarca suroccidental de Asturias se remonta a la Edad Media, en torno al siglo IX, con el surgir de los primeros monasterios que aprovechan los suelos disponibles para el cultivo de la vid en una zona que poseía terrazgos al abrigo de masas montañosas, idóneas para la recepción de las abundantes radiaciones solares. La bonanza del clima de la comarca hizo que los viñedos de alta montaña se concentrarán en esta parte de Asturias, coincidiendo con los profundos valles de los ríos Navia y Narcea, y así la cultura del vino - que tuvo como uno de sus principales referentes el Monasterio de Corias -  llegó hasta nuestros días, adquiriendo en los últimos lustros esta tradición fuerza y marca vitivinícola en el panorama del vino en España. Los Vinos y las bodegas con sus catas y visitas, la Fiesta de la Vendimia - declarada de Interés Turístico -, el Museo del Vino en Santiso, etc. son patrimonio tangible de la cultura del vino en Asturias.